Sabíamos que es un
clérigo fuera de serie, contestatario, incorrecto políticamente (atrevido para
lo que en Cuba significa no estandarizarse), luchador por los derechos humanos
y, entre otras “actividades”, auxiliador de su parroquia en severas temporadas
ciclónicas (la tormenta Sandy de finales del año pasado dejó a Santiago de Cuba
en la ruina). Pero jamás contamos con que el Padre Conrado, que viene mucho a
Miami, se dejara entrevistar por Bayly. Mucho menos encuadrillado por Bayly y su jovencita mujer. Porque la entrevista
tuvo lugar el viernes pasado, de cara al fin de semana, cuando el presentador
de Mega TV tiene una sección fija e intimista con su cónyuge.
De Bayly se podría decir
cualquier cosa menos que es mal entrevistador. Al Padre Conrado le “regateó”
sutilmente el perdón para un pecador que no ha bautizado a su hijo (pidió en
cámara al sacerdote que lo hiciera él cuanto antes) y tampoco se ha casado por
la Iglesia. Pero más que eso, tratándose de un bisexual que se vanagloria de
serlo, que lo expone constantemente en sus programas diarios y luego el viernes
se aparece con su bella Lolita (no se llama así su mujer, es por alusión a la
novela de Nabokov).
El cura debe saberlo
todo de antemano. No creo que, siendo un clérigo tan inteligente que se le ha
encarado a una dictadura, no haya estado informado. Es de suponer que el Padre
no pueda resistirse a lo mediático. Y bien que hace. Hoy en día, la tele es lo
que más funciona para resolver cosas aparentemente insolubles.
Hace poco, la jerarquía
católica de la isla lo trasladó de Santiago a Cienfuegos, justo después del
ciclón. Es como si le hubieran bajado la categoría. Santiago no solo es la
segunda ciudad en importancia, sino la cuna del movimiento UNPACU (Unión
Patriótica de Cuba), que en estos momentos está siendo el grupo más temerario
de la oposición.
Claro que se trata de un
cura incómodo, pero ya se ve lo libre que es. Habla por teléfono con los medios
anticastristas, ayuda a los damnificados con donaciones independientes (Rodiles
envió a Santiago paquetes humanitarios que él mismo distribuyó), viaja a Miami y en la “mata”
del exilio se entrevista con Bayly, dejándole un hueco en su agenda para
bautizar al crío.
Más allá del show, el
cura sabe lo que hace. Y la Iglesia en Cuba, ahora aliada del gobierno, parece
que también.
Vea el programa en YouTube
1 comentario:
Muy certero análisis. Una fina ironía, muy sutil, pero que no se escapa para quienes observan los detalles de la realidad.
Al parecer la iglesia tiene a su mensajero (y no precisamente el de la bodega)
Publicar un comentario