viernes, 24 de mayo de 2013

Llegó el Euro Pan

Los españoles no saben qué hacer. Por un lado, el actual gobierno (conservador) acaba de anunciar que ofrece residencia –ojo, no la nacionalidad- a todo extranjero que compre una vivienda por un monto superior a los 500 mil euros, y también a los que sean capaces de abrir un negocio. Para ello, habilitó a la carrera una ley que agiliza los trámites de licencia a 24 horas.
Increíble. En mis tiempos en España no daban la tarjeta de residencia tan fácil. Aunque, con los requisitos actuales, quien escribe tampoco hubiera clasificado.
Dicen que están vendiendo el país.
Ya lo estaban haciendo hace rato. Si no, ¿cómo se entiende que llegue un chino, se coloque en un restorán –en un bar, en un edificio, en una nave industrial- y luego sus ventas no sean capaces de pagar ni el alquiler ni a los empleados, con lo cara que está la superficie rentada? La cuestión es que el chino compra, paga a toca teja.
El ciudadano de Europa del Este (comunitario) que se hace de locales también paga al contado.
No importa el origen del dinero.
El gobierno necesita liquidez y punto.
Pero, claro, la justificación es que de esa manera se crean “puestos de trabajo”, tal vez los que prometió el PP aun sabiendo lo difícil que era cumplir.
Lo que sucede ahora en España no es otra cosa que “tirar la casa por la ventana” en tiempos de paz, parafraseando al comandante Castro que se inventaba esos “Períodos Especiales en Tiempos de Paz” (luego vendrían los Guerra, que ya estaban en la calle). O sea, estamos viendo una España emergente que de pronto tiene que vender porque no supo –o no quiso- invertir ordenadamente.
No solo invertir en economía, sino también en material humano.
En la primera década del 2000, España tuvo una población flotante importantísima –entre la que se cuenta un servidor- que fue segregada a conciencia (salvo raras excepciones en pequeñas aldeas, donde lograron insertarse los extranjeros). Esa mano de obra –una buena parte, calificada- se desaprovechó por razones de ignorancia, xenofobia, desdén o egoísmo. A escoger. Mientras esto sucedía, el español promedio, si podía, se iba al Paro y así cobraba en su casa. Porque los extranjeros estaban ahí dispuestos a cuidar ancianos y a mantener la agricultura, por solo citar dos ramos que los nacionales se permitían no trabajar.
Cuando arreció la crisis, obviamente, los extranjeros molestamos. Y la agricultura y la geriatría se cotizaron al alza. Entonces nos despidieron a todos, de una u otra manera. Las arcas de la Seguridad Social estaban vacías, los bancos sin liquidez y con muchos inmuebles por cobrar, y los negocios familiares –que en realidad no daban empleo como lo indica la denominación- pasaron a manos de chinos mafiosos (no los que se ven en el lugar, por supuesto).
Parece que un español se enteró de que en Miami el pan es malísimo. Aquí hay los llamados Pan Cubano y Puertorriqueño, que dejan mucho que desear a los que alguna vez tuvimos excelentes panaderías a pie de calle. ¿Y qué hizo este español? Se trajo la típica baguette congelada –la sencilla, la más vulgar- que aquí es pan de gloria. Se sumó a la firma Euro Pan y así ganamos todos, los que tratan de reinventarse con la crisis y los consumidores de toda la vida que andamos por el mundo buscando un lugar feliz.
(Este texto se publicó originalmente en www.cubanet.org)

viernes, 17 de mayo de 2013

Candice Glover


La emocionante presentación y trayectoria en American Idol de Candice Glover, de 23 años, de Carolina del Sur, dejó en el aire el gustillo al melodrama que tanto adora la sociedad norteamericana, el sueño convertido en realidad, el país de las oportunidades o llámesele simplemente Territorio Universal.
Negra, corpulenta, suereña, aparentemente sin swing, pero con una voz –obviamente, natural- trabajada en las iglesias protestantes en las que, al parecer, los cuerpos vuelan cuando se alcanza determinado punto de entrega.
Y así mismo fue anoche en la final de este programa, que ya va por su 12 temporada: En el escenario estaba servido el contrapunteo entre el Country (una bellísima y triste Kree Harrison lo validaba) y el Rythm and Blues, espírituals o sonido del Sur, como se quiera llamar. Dos países, musicalmente hablando, se enfrentaban. Y también, aunque los norteamericanos cuidan mucho las formas, dos razas se discutían el podio.
Harrison tal vez esperaba un milagro mientras se agarraba fuertemente a las manos negras de Candice Glover. Ese milagro no llegó en el sobre que abrió el fabuloso presentador  Ryan Seacrest. Las dos intérpretes eran inigualables en sus respectivos géneros, acompañadas además por un ángel especial pueblerino que bien supieron trabajar los encargados del show de la Fox. Pero quien tenía que decidir, el público, a través de los teléfonos, no contempló ni un ápice de relación emocional. Fue al grano, a la técnica, y con ésta a la dotación natural que se repite poco en este mundo.
Ya lo había dicho anteriormente uno de los jurados del programa, el músico Randy Jackson: -Hacía años que no escuchaba una voz tan espectacular como la tuya-, mirando de frente a Candice Glover.
Y es cierto que se trata de una genialidad, sumándole ese aire de sencillez ancestral que acompaña a ciertos negros norteamericanos.
Candice tuvo que cantar con el alma en un hilo y bajo una lluvia de papelitos de colores que insistían en metérseles dentro de la boca. También bajo la mirada de ese señor omnisciente a quien ella misma dedicó la pieza (I am Beautiful) señalando hacia arriba.
¿Si esto no es fuerza, emoción, sentido de la vida y personalidad, qué nos quedará a los que ni siquiera conocemos el lenguaje?
Su familia disfrutó el triunfo en platea como si estuviera en la iglesia. Brazos en alto, entregada a ese señor.
Pero todos sabemos que, en Estados Unidos, hay muchas Candice. Ella misma se había presentado tres veces a concurso. Y nadie supo verla, ni siquiera el público. Así es la vida. Yo agradezco que al menos  algunos talentos no se pierdan en la nada, sobre todo los que, como Candice Glover, trabajan duro y creen en algo intachable.
(Publicado originalmente en www.cubanet.org)