sábado, 12 de diciembre de 2009

El último apologista de Castro



No es casual que cada edición haya más presencia cubana en el show televisivo Fama, a bailar, el programa de danza que la cadena privada Cuatro exhibe por las tardes. Por un lado, es lógico, teniendo en cuenta que Cuba es un surtidor fuerte de las artes escénicas y la música, y, por otra parte, el porcentaje de emigrados de la isla crece de una manera imparable, aun con lo complicado que resulta salir de ese país insular.
La presencia permanente de una profesora de baile contemporáneo, Marbelys Zamora, asentada en España hace años y legendaria corista del programa Crónicas Marcianas, más su ayudante de cátedra, el joven Karel Marrero, a quien este redactor vio bailar en los años 90 en Holguín, en el grupo Codanza, del oriente cubano, y en estos momentos la sobresaliente figura de una bailarina que, por su acento, parece de Santiago de Cuba, Yaima, también de la denominada generación Y (griega), todo esto nos lleva a pensar que en buena medida el espectáculo televisivo se aprovecha del tópico caribeño.
En estas páginas he hablado de tal circunstancia, porque me llama la atención como cubano y espectador interesado en la danza. Ahora bien: he escuchado dos veces al profesor Rafa Méndez, canario y con desafortunado método coercitivo de magisterio, alabar a Fidel Castro. Si él se ha inspirado en el dictador, porque sus maneras humillantes se parecen a las del caudillo cubano, debería dejar esos comentarios para su casa o sus reuniones privadas. Bastante tenemos con ver cómo algunos políticos del mundo abrigan al anciano que se apropió de nuestro país, para que en un programa vespertino y aparentemente artístico se le haga apología a un déspota.
Rafa Méndez lo ha hecho de manera gratuita y deliberada. No creo que la cadena televisiva se lo marque como “tarea”. En dos ocasiones, que sepa yo, y aprovechando mensajes SMS de los televidentes, después de la frase “Viva Cuba” ha acotado:“Viva Fidel”. No, señor. Eso déjelo para sus fiestas privadas. O permute de país y exprésese ampliamente allá en las llamadas tribunas antimperialistas.
Perderá audiencia si sigue alabando a Castro. Ya hay mucha gente enterada de por dónde van los tiros del “Comandante”.
No sé qué pensará Yaima de esto. Las dos veces, en mensajes de texto relacionados con ella, ha dado la callada por respuesta. Sé que a los alumnos les hacen firmar contratos de comportamiento y los pueden echar si la dirección lo entiende pertinente, pero un profesor tampoco puede sacar de contexto un programa de danza para adorar a un nefasto personaje.
Sin embargo, lo hace.

3 comentarios:

paquitoeldecuba dijo...

Jorge Ignacio ¿no crees que es una actitud algo intolerante pedirle a alguien que permute de país, solo porque no quiera la muerte de FIDEL?

Jorge Ignacio dijo...

Paquito: en niungún momento he dicho que este hombre no quiere la muerte de Fidel, sino que adora, elogia al dictador. Elogiar a un dictador a estas alturas, como dicen en España popularmente, "tiene delito". Parece que no entendiste bien: invito a este señor a que se vaya a vivir a Cuba para que disfrute la política de Castro. No vires la tortilla, por favor. Me conoces bien y sabes que no soy intolerante. Hace años que no nos vemos, paquito, pero te aseguro que no he cambiado nada esencialmente en mi personalidad. Te deseo un feliz año nuevo y me alegro mucho de que tengas un blog donde puedas expresarte libremente, un privilegio sin lugar a dudas para los que viven en la isla.

Jorge Ignacio dijo...

¡Ay!, Paquito, se me olvidó decirte algo: si, en todo caso, este señor se fuera a vivir a Cuba, sería un trueque, sin más, ya que por culpa de Castro yo tuve que mudarme de país, como tú dices. ¿No crees que tiene lógica?