lunes, 10 de mayo de 2010

Women' secret*



Al cine con Natasha (I)

El más reciente filme de Julio Medem, Habitación en Roma, estrenado este fin de semana en la red comercial, es una emboscada, de esas que no avisan por dónde te van retener y sin embargo uno no ofrece resistencia. Uno ve la película hasta el final, casi dos horas psicológicamente metido en una cama que, según la sugerencia visual, huele muy bien. No solo eso, sino además la textura de las sábanas erotiza la piel del espectador.
Es como si asistiéramos de voyeurs a una entrega de cuerpo y alma de dos mujeres jóvenes que, según el guión, se cruzan en un bar nocturno de Roma y luego se meten 12 horas seguidas en la alcoba, el tiempo que más o menos dura la acción si ocurriera en un plano real. Hasta aquí, los ingredientes parecen interesantes porque, como se debe suponer, es todo un reto rodar un largometraje entre cuatro paredes y con escasos personajes.
Físicamente, al margen de la extrema delgadez de una de las actrices, el casting realizado funciona bastante bien, pero la película se resiente porque es muy pretenciosa y no está apoyada en un buen guión. No porque transcurra en un interior tiene que ser aburrida; el problema está en que no progresan ninguno de los argumentos de los dos personajes y esto hace que la mayor parte del tiempo nos sintamos incómodos con esos desnudos integrales.
Aunque sobreactuada –quizá porque al no haber sustancia, su personaje ya en escena necesitaba una subida de tono-, la española Elena Anaya demuestra mucha seguridad delante de la cámara; exhibe con total aplomo su cuerpo y es capaz de manipular el de su compañera con fuerza y credibilidad; pero no sucede así con la ucraniana Natasha Yarovenko, cuya belleza indiscutible se ve afectada por lo incómoda que está.
Si en un filme con un tema tan sensible como lo es el mundo lésbico, y tan atrevido por el reto que supone atraer el lado sentimental del espectador, dándole ante todo dos siluetas al natural, si uno siente pudor o vergüenza ajena en algún momento es porque algo falla. A estas alturas del séptimo arte, después del atrevidísimo El último tango en París, en los lejanos años 70, después de tanta censura franquista compaginada con la censura eclesiástica, después del destape a ultranza del cine español, es para que la piel por sí sola no ruborice; pero para que esto suceda la historia debe de ser creíble.
Medem se enreda en los deseos de crear un suspense que no funciona, se tambalea introduciendo tópicos a sus dos personajes y en definitiva no los lleva a ningún lugar más que a la cama; no convence esa relación entre una lesbiana consagrada y una joven que se inicia esa misma noche en los caminos de la homosexualidad, precisamente porque el matiz iniciático requería de mayor peso psicológico en el desarrollo de los personajes.
Eso sí, la película goza de unos primeros planos espectaculares, de un dibujo de los cuerpos entrelazados precioso, y, aunque abusa bastante de ese plano cenital que a veces da la sensación de estar ahí como mero hecho plástico, logra una atmósfera estéticamente agradable. Recomendaría el filme por la actuación de Elena Anaya porque supongo que ha sido un gran reto y ella lo saca adelante muy a pesar de los fallos de guión. También creo que uno no debe perderse la belleza de Natasha (se llaman igual actriz y personaje), ese descubrimiento de Medem que le da cuerpo a su obra y nunca mejor dicho. Los primeros planos de Natasha, para mí, son históricos desde este momento. Su belleza se traga la película, se impone muy al contrario de la vergüenza que al parecer atraviesa a la actriz.
Habitación en Roma –cuyos interiores pudieron ser rodados en cualquier lugar- se hace eterna, como si el título, alegóricamente, quisiera jugar con el slogan de la ciudad donde transcurre la acción.
He leído en algún lugar que esta película parte de un encargo. No me extraña nada que así sea.

*Women' secret pretende ser una serie que comienza hoy sobre el mundo femenino, a partir de historias que últimamente he recogido de la calle.
En la imagen superior, tomada de la página oficial del filme, las actrices Elena Anaya (izquierda) y Natasha Yarovenko.

No hay comentarios: