Nada y a la vez mucho.
Por separado, no
comparten público porque no comparten género ni época, o lo que es lo mismo,
corresponden a generaciones tal vez distantes en el tiempo.
Decimos tal vez si
tenemos en cuenta que el tiempo es relativo.
Anoche, en la televisión
cubana- miamense, sin querer se hizo una síntesis en el tiempo y en el espacio.
Es lo que pasa en los
medios que habitualmente viven de la nostalgia, lo cual no está nada mal. Yo mismo
me emocioné cuando vi a Manolo del Valle, ahora mucho más delgado aunque
con el mostacho oscuro de toda la vida.
Ah, y la voz intacta.
“Yo no sé/ lo que está
pasando/ que no dejo un momento/ de pensar en ti…La ra la ra ra, la ra ra, la ra
ra…”, canté impulsado por una fuerza interior y mi mujer me miró extrañamente.
Entonces le expliqué que a Manolo del Valle lo ponían en la radio mañana, tarde
y noche. Estamos hablando del bolero revolucionario –sin acogernos al sentido
etimológico de la palabra- que, a la vuelta del tiempo, como el que escribe, se
mudó a Miami.
Cabe preguntarse quién
queda en Cuba.
La respuesta es: gente
nueva.
La nostalgia –lo he
dicho aquí, no tiene cura- es un elemento importante de identidad personal. Los
cubanos somos dados a regodearnos en ella, al precio que sea necesario.
No estamos locos: perfumes
y canciones no se olvidan jamás.
Mano del Valle apenas
habló. Lo pararon junto a un piano y a la pianista acompañante, que siempre
está ahí y canta a medias todo lo que se presente, le pegue o no al programa y
a la pieza concreta. En fin, que “lo
mataron”, aunque valió la pena el recuerdo. Esto fue en TN3, de América Tevé.
Un rato más tarde,
entrevistan en ese mismo canal a la nietísima de Elena Burke, bella, de
incontenible risa, que llevaba un vestido rojo impresionante y ochenta mil
gangarrias como complementos. Pero Lena –quien visitó a su abuela en México,
milagrosamente, poco antes de que muriera, según dijo anoche- es una voz, más
del exilio que del insilio, que
moderniza de alguna manera el repertorio cubano con su estilo desenfadado y personal.
En su día gustó mucho a Alejandro Sanz. Ella es, salvando las distancias,
nuestra Diana Krall.
Lena –hija de Malena- paradójicamente
actúa poco en Miami. Anoche, anunciando concierto para el día 29 en el Miami
Dade County Auditorium, coincidió en la parrilla televisiva con Manolo del
Valle y se formó un rico potaje mental que es la explicación, sin más ni menos,
de dónde somos y hacia dónde vamos.
Gracias a la tele cubana
-miamense.
Fotos del autor tomadas de la televisión
1 comentario:
Que bonito el artículo. Justo hace unos días me estaba preguntando que sería de la vida de Manolo del Valle. A Lena tuve el gusto de conocerla en el Miami Dade County Auditorium el año pasado que andaba yo por Miami, una noche de abril que se presentaba Marisela Verena con la cantante argentina Sandra Mihanovich, por supuesto que no la conocía (a Lena), estoy en España desde el año 90, no se de que forma me llegó el enlace a su vídeo con Alejandro Sanz y me quedé prendado, luego vi la película que cantaba canciones de La Lupe y ya acabé de "enamorarme", encontrármela con su madre sentada en la platea como una espectadora más fue una grata sorpresa. Al final del concierto estuvimos hablando y me pareció un encanto de niña. Es una pena que Alejandro Sanz no haya intentado presentarla en España, lo tiene todo para triunfar.
Gracias por el artículo, muy emotivo.
Publicar un comentario