jueves, 18 de abril de 2013

Rosa María no llorará en cámara




Impactante la entrevista que emitió anoche Mega TV, de Miami, con Rosa María Payá, hija del opositor cubano Oswaldo Payá, quien murió el año pasado en un extraño accidente de tránsito.

Luego de comparecer en Ginebra, reunirse con políticos españoles y, al final, compartir ideas en Miami con miembros del partido que fundó su padre y viejos exiliados, Rosa María apareció sorpresivamente en el programa de Jaime Bayly, en una emisión grabada, cuando ella estaba de regreso a la isla.

El programa de Bayly habitualmente es en directo. Allí estuvo antes Yoani Sáchez y otro bloguero mucho más irreverente, Orlando Luis Pardo Lazo, pero no esperábamos que apareciera en ese programa Rosa María, ya decimos, porque se había marchado de esta ciudad y había twitteado su llegada a La Habana, y, sobre todo, porque la personalidad de esta atractiva joven de 24 años, sosegada, reservada, enérgica, clara, parecía no tener nada que ver con el perfil mayormente frívolo del programa de Bayly.

Sin embargo, el presentador peruano la llevó a su parcela con todo el oficio que éste posee en televisión y también con el debido respeto a una mujer que lucha sin pausa por la democracia de Cuba, y que ha perdido a su padre recientemente en un turbio “accidente” de carretera.

Las comillas del “accidente” no son de quien escribe. Son producto de la interpretación del discurso de Rosa María. Bayly, como es usual, no utilizó el lenguaje indirecto. Fue agresivo hasta que se dio cuenta -¿no lo sabía desde antes?- que el tono y la intención de la joven no ronda sobre el enfrentamiento frontal, sino sobre la presunción de inocencia con que ella ha decidido beneficiar a la dictadura.

Es su línea y también fue la línea de su padre, sobre la base del cristianismo que ya sabemos, a veces, roza el estilo de la sumisión. En todo caso, hay que respetar su estrategia o simplemente la “estética” del Movimiento Cristiano Liberación, que, aclaró Rosa María, ella no dirige.

La concentración de Rosa María para lograr el objetivo final es increíble. Algo poco visto a día de hoy. Su intención de regresar, aun amenazada de muerte, es sumamente admirable.

Su ética –Bayly la puso a prueba cuando le preguntó lo que pensaba acerca de Yoani Sánchez- es de aplaudir, más en estos tiempos en los que aparentemente todo vale.

Rosa María se perfila como una líder política extraordinaria, con posibilidades de manejar el equilibrio en una transición muy necesaria y urgente.

Se va del estereotipo de “lo cubano” y esta idea, esta realidad, como le gusta decir a ella, siembra muchas ilusiones.

Bayly tuvo delante una historia terrible de amor y muerte, un “culebrón” perfecto para Miami pero se vio obligado, sobre la marcha, a transformar su estilo inquisitorio y aparentemente suave, con el que se vale para conseguir respuestas, que generalmente las consigue.

Hubo un momento en que parecía torturar a su entrevistada, en que se empeñaba en arrancar una lágrima. Sin embargo, no lo logró.

Rosa María debe haber llorado mucho en particular –¡y todavía lo que le falta!-, pero no llorará en cámara.

Aceptar esta entrevista en uno de los programas nocturnos más vistos por la comunidad hispana de Miami fue todo un reto, del que salió muy bien parada. Mucho más que eso, nos dejó un mensaje:

Los perfiles bajos pueden mover mundos.

El sentimiento existe.

Foto tomada de la televisión 
Nota: Este texto fue publicado originalmente en www.cubanet.org


Vea la entrevista en You Tube


1 comentario:

Anónimo dijo...

yoyi, tienes el link de la entrevista?? si lo tienes, mandame a mi e-mail personal por favor, me gustaria verla.
saludos, te hablo mas tarde.
Amaury