martes, 10 de enero de 2012

El vendedor perseguido



La esencia de lo que quiero decir está escrita ya, e invito a leerla en las palabras de Amir Valle, narrador cubano, exiliado, como muchos, quien ha preferido no callarse la boca, aun en la distancia física en la que el gobierno cubano nos mantiene chantajeados mediante un Permiso de Entrada al país.
Él habla de la hipocresía de algunos intelectuales españoles sostenida durante los 53 años de dictadura castrista. No entiende cómo se puede repudiar a Franco y apoyar a Castro al mismo tiempo. Es fácil: El ser humano hasta puede llegar a ser miserable con tal de no reconocer lo que no le conviene. Y nosotros, los cubanos, a tomar vientos.
Cuando trabajaba en la tienda de electrodomésticos, tenía un cliente comunista que iba a darme la lata casi todos los días. Quería captarme para las brigadas propagandísticas que, desde España, riegan, abonan, escardan los senderos del régimen de la isla; en fin, los cultivan a cambio de prebendas veraniegas, incluido el sexo, por supuesto. Un buen día, cansado de tenerlo por ahí, le dije:
-Yo salí huyendo del castrismo. Por favor, deje este tema o me veré obligado a hablar en voz alta y echarlo de la tienda, aunque pierda mi trabajo.
La verdad es que se acercó un par de veces más, pero, haciendo actos de contención, pasé el cliente a un compañero de trabajo para que el hombre se diera cuenta de que la cosa iba en serio.
El colmo del exiliado está en que lo persigan las sombras, en que esas sombras se materialicen en el mismo lugar donde uno se cree a salvo.
Esta entrevista a Rosa Montero enlazada arriba nos ayuda a pensar que no todo está perdido.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Siempre he pensado que no persisten en el tiempo las dictaduras sin no hay "complices" y en la "izquierda progre española" estoS abundan.........que pena me dan!Un saludo:ROBERTO.