domingo, 26 de septiembre de 2010

Rumba catalana



Veinte años después

Aún no he leído un estudio que aclare por qué la rumba catalana y el son cubano se parecen tanto. Aunque despistan los nombres, porque la rumba, en nuestro caso, alude a un complejo afrocaribeño compuesto por la Columbia, el Yambú y el Guaguancó.
De esto no se trata cuando se oye rumba catalana. Nada que ver. Pero el ritmo sincopado sí es prácticamente el mismo del son. Más bien reposado, como las formaciones de Santiago de Cuba, tipo Sextetos, primero, que luego se convirtieron en Septetos y más tarde, definitivamente, en Conjuntos. Recordemos lo bien que se baila con Peret, uno de los más conocidos artífices de la rumba catalana. Y recordemos lo bien que se baila con el trío Matamoros, cuyas letras pícaras, en ambos casos, han dejado estribillos para toda la vida.
Pero nadie ha dicho, al menos que se sepa, quién bebió de quién o si se trata de fenómenos espontáneos que no se sirvieron del mimetismo.
Cuando Catalunya “vende” su música está clarísimo que se agarra de su rumba y no de la Sardana, su antiguo folclor. Y sobre esta etiqueta, la rumba, habría que darle la razón al ámbito gitano local que en definitiva es el que la ha hecho. Más con palmadas y guitarras en primera instancia, pero ellos abrieron el camino en los barrios de Gràcia y los alrededores del Mercado de San Antonio. De sus fiestas particulares sale este ritmo parecido a la Guaracha –que forma parte del complejo del son- como si se hubieran puesto de acuerdo los de ambos lados del Atlántico. Con el tiempo, la rumba catalana se albergó en orquestas grandes tipo jazzband, como Ketama, aunque en este caso se dio en llamar Flamenco-Pop. Y entonces la guitarrita quedó opacada por los metales, por una cuerda de vientos que se encarga de alzar los montunos para que la gente goce en grandes cantidades.
Así ocurrió en estos días durante las fiestas de la Mercè, la dueña de Barcelona en el santoral católico. En la plaza Sant Jaume, donde mismo está el Ayuntamiento y la sede la Generalitat, no se podía uno ni mover de la cantidad de gente que había bailando rumba -salsa, podría ser-, en el homenaje que le hicieron a Gato Pérez. Es curioso: Es éste uno de los más importantes compositores de la rumba catalana y era un argentino radicado aquí y fallecido hace veinte años. Así que nada está escrito todavía y a la vez hay algunas notas sueltas para preguntarnos, si hiciera falta, ¿de dónde son los cantantes?

Foto del autor
Esta rueda esperpéntica con músicos en vivo salió ayer girando por el parque de la Ciutadella, como parte del programa de fiestas de La Mercè.

2 comentarios:

Silvita dijo...

Son de la loma!
Oye, he estado fuera de la civilización... ahora tengo que volverme a civilizar. Entre otras cosas, leerte poco a poco.
Besitos!

Anónimo dijo...

aqui se habla de rumba catalana y sus origenes, efectivamente estan en el son y el flamenco

http://www.calarumba.com/articulos
un saludo!!