miércoles, 16 de noviembre de 2011

Michel Camilo, el habitual



El gran pianista parece que está congelado en el tiempo; físicamente, digo. Con sonrisa eterna y sus buenas maneras de hablar con un público “enterao”, ha vuelto a Barcelona para el 43 Festival de Jazz que se celebra en esta ciudad bajo el patrocinio de la cerveza de doble malta Voll-Damm, la tostada catalana tan fuerte y musical.
Vienen artistas de todos tipos y colores, pero parece ser que Michel Camilo es clásico en estos encuentros, además de que le gusta la ciudad, según dijo a la televisión local (BTV) mientras ensayaba, esta misma tarde. Se le recuerda con cariño en el Auditori barcelonés junto al guitarrista flamenco Tomatito, aquel dúo fantástico que fusionó solo con cuerdas dos géneros hermanos, aunque puede parecer un abismo lo que corre entre el latin jazz y los arrabales de Andalucía. Sin embargo, en música, el intérprete es el ser más libre a estas alturas, el más creador y el más improvisador.
Esta noche, Michel Camilo se desmarca de los grandes auditorios para actuar en formato de trío en el íntimo y especialmente acústico Palau de la Música Catalana, la meca del refinamiento escénico –junto con el Liceo- de esta ciudad. Piano, bajo y percusión afrocaribeña, un mano a mano entre el tecladista y el tumbador puertorriqueño Giovanni Hidalgo, con un puente, un nexo, un árbitro, que es el bajista cubano Charles Flores.
Éste último, al parecer, será el encargado de que haya “paz” en ese contrapunteo del Caribe. El líder, recuérdese, es dominicano. Así que todo quedará en un triángulo insular bastante peligroso. Para lo que van a hacer ellos, a mí me gusta mucho usar el término de música afro-hispana-antillana, por aquella conjunción entre el sonido percutido y la cuerda pulsada, más el aliento del sur de Estados Unidos que se hizo bronco al entreverarse con el mundo latino de Nueva York.
Todo mezclado y todo tocado por prodigiosas manos blancas y negras. Harán una versión de “Alfonsina y el mar”, para complacer oídos si se quiere más líricos.
Precisamente, con una reseña acerca de Michel Camilo y Tomatito inauguramos este blog hace ahora casi cinco años. Así que, como dije alguna vez, las miradas vuelven.

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