martes, 13 de diciembre de 2011
Tom Cruise: ¡Hibernatus!
Con el matiz fundamental de la humildad –el hombre o la mujer que escucha- y con un vestuario tan clásico que, en determinado contexto, podría pasar por votante del PP, apareció Tom Cruise anoche en nuestros televisores, en ese programa llamado El Hormiguero que ofrece a los telespectadores fabulosos primeros planos de los invitados.
Ya lo había anunciado el anfitrión, Pablo Motos, y lo cumplió. Verdaderamente, no sé cómo se las arregla la producción para llevar hasta allí estas grandes figuras que pasan fugazmente por España, casi siempre en campaña de promoción de películas. Por supuesto –más en el caso de Cruise-, ni pensar que el “reclutamiento” se logra a base talonario. Deben ser los buenos contactos…Lo cierto es que la gente, que ha visto todos los filmes del guaperas mejor cotizado y entregado del cine, esperaba con ansiedad una entrevista de este titán que salta al vacío desde la copa de uno de los edificios más altos del mundo, porque es uno de los pocos actores que no acepta ser doblado con especialistas.
Solo un poquito más alto que Pablo Motos –debe ser que el entrevistador no es muy espigado que digamos-, Cruise se vio cómodo, encantado con esos números de magia de El Hormiguero y con aquella montaña rusa de más de cien metros de palitos de helado que, al final, descubrió el rostro del actor en un fabuloso acto de culto que lo dejó con la boca abierta. Y Motos, fiel a la tradición española de llamarle al pan pan y al vino vino, preguntó al protagonista de Misión Imposible qué hacía él para tener ese culo.
-Yo quiero uno así-dijo el delgadísimo anfitrión y se dio la vuelta de espaldas.
Cruise, que parece bastante tímido, aseguró no tener la fórmula a mano, sino solo ser un producto de la naturaleza. Salvo este percance que parece no le disgustó en extremo, la emisión de anoche se fue volando entre narraciones de cómo el superhéroe entrena para rodar esas escenas tan arriesgadas. Ya se sabe que él mismo pilota aviones y es capaz de bailar con buen ritmo al lado de Jennifer López.
Congelado en el tiempo como el hombre de las nieves –el año próximo cumplirá 50-, su rostro parece tan fresco como el primer día, aunque algún primerísimo plano dejó ver patas de gallo alrededor de los ojos, cosa que ciertamente aprecian las mujeres en los hombres maduros. Cruise está en España promocionando la más reciente entrega –la cuarta- de la saga más larga de su carrera, Misión Imposible, y no se fue del plató anoche sin adelantar que su próxima película será un musical.
Con un par de palabritas en español y su eterna sonrisa retenida en un perfil de hombre duro que no le va a su estatura, se despidió de nosotros muy, pero muy agradecido de haberse divertido tanto.
En su equipaje, aseguró, lleva para su hija un trozo de plastilina mágica que engulle imanes, regalo del programa, igual que una carta de la baraja con unos agujeros que cambian de lugar.
Foto tomada anoche de la televisión
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