Solo para soñar con ella, esta noche y mañana en
Barcelona
Se habla hoy, y mucho, de los caprichos de Madonna; una
página al viento de su vida tiende a removerse por donde quiera que pasa la sex
symbol. Al margen de que sus demandas
logísticas las paga ella misma –sin discusión-, los comentarios saltan en cada
gira, por la extravagancia de esta mujer internacional.
La televisión peninsular daba cuenta de 20 líneas de
teléfono en su habitación, de una recámara vaciada antes y rellenada con los
muebles que trae la artista, de rosas blancas cortadas a una medida especial y,
entre otros “pormenores”, cinco dobles de Madonna más un ser idéntico de la
hija de ésta.
A los 54 años que cumplirá este agosto, la maravillosa dama
que revolucionó el mundo con sus provocadoras escenas deja coletillas: dicen
que apenas canta y que ya no se mueve igual que antes, que el grueso del
espectáculo de esta gira es un relleno de efectos especiales y de talento de
sus bailarines.
Estos comentarios los marcaba en un foro de internet alguien
que la vio en Florencia hace unos días y, claro está, no dejan de ponernos a
pensar: ¿Hasta dónde puede llegar una artista escénica para satisfacer a sus seguidores?
Si tomamos como referencia al sesentón Bruce Springsteen, que
acaba de actuar en España, creeríamos que la propuesta de Madonna
de mantenerse intacta es posible. Pero no estaríamos hablando de lo mismo.
El hecho de que a la eterna diva le haya salido una
fuerte competidora -la irreverente Lady Gaga- tal vez le obligue a pegar un
estirón en su carrera, aunque sea a golpe de talonario. Habrá que esperar los
comentarios de este concierto de Barcelona.
En casa y con mellizos creciendo hacemos la vista
gorda.
Sin embargo, está clarísimo que, para estas
eventualidades, la gente suele sacar el dinero de debajo del colchón. Lo
demuestra el inmenso Palau Sant Jordi–construido para las olimpiadas del 92-,
que ya está vendido para hoy.
Las entradas oscilan entre 40 y 300 euros.
La gira mundial de la rubia más paradigmática del Pop
pasa por esta preciosa ciudad y el que pueda engomará la papeleta en un álbum
de recuerdos. De todas maneras, lo mejor que tienen las grandes ciudades es que
se puede prescindir de visitas como éstas y la vida sigue igual. A veces uno ni se entera.
1 comentario:
Yo estuve anoche, y la verdad es que valió totalmente la pena, el dinero, la espera de diva, la larga cola...
Aquí unas instantáneas de los fans :)
www.playgroundmag.net/musica/imagenes-musica/festivales/locos-por-madonna
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