Antenoche El número uno (jueves, Antena 3) llegó a uno de sus puntos más álgidos, conquistando
al espectador con una partida de ajedrez que sin embargo, a nuestro juicio, no
ganó el mejor. Pero lo bueno que tiene este programa es precisamente la
variedad de estilos y de propuestas del repertorio universal.
Se trata de un curioso formato cazatalentos donde se disimula
elegantemente el reality–porque lo hay- y al mismo tiempo nos hace creer que no
existen componendas, sino solo el destino. Además del también versátil jurado (Miguel
Bosé, Ana Torroja, Bustamente, Natalia Jiménez, Sergio Dalma, Mónica Naranjo) y
de la siempre encantadora Paula Vázquez-aunque se ponga nerviosa en la
conducción-, el espectáculo intenta dar razones de que no es necesario el manido
recurso del internado en una casa para enganchar a la audiencia con
interiorismos fatuos.
Se busca una persona cuyo talento natural, trabajado o
no, reúna las condiciones excepcionales de un intérprete vocal, que sea un
número uno en su terreno. Y duele a estas alturas ver marchar cada semana a
verdaderos artistas que nunca hubieran tenido su minuto de gloria si el destino
mismo –ese caprichoso señor- no lo hubiera querido. Se agradece también una
muestra de la otra cara de España en estos tiempos en los que la propia
televisión nos tiene en vilo con el porvenir.
Aunque ha ido cambiando la programación de los lunes a
los jueves como quien no quiere las cosas, y a pesar de insoportables
compromisos publicitarios que cortan el buen rollo, El número uno ha puesto a flor de piel no solo el talento escondido
en la geografía española, sino también el lado humano de grandes figuras
sentadas allí como jurado.
Es de suponer que ni Bosé ni Mónica Naranjo utilicen una
cebolla para llorar, porque se les ve sinceramente compungidos.
Antenoche (undécima edición, casi el final de la serie)
el programa transitó otra vez por el filo de la navaja con en ese duelo
verdaderamente titánico y a capella, entre la personalísima Laia –una catalana
decidida a cruzar fronteras-y el alegre vencedor Jadel, -un isleño de Canarias
que se robó el corazón de al menos dos mujeres del jurado.
Al margen de las sorpresas y de que “el pescado pueda
estar vendido” de antemano, lo que hay de reality se deglute bastante bien siempre y cuando
exista –por solo citar un ejemplo- una intérprete como Hermi Callejón, que no
permite al espectador distraerse con las bailarinas de atrás.
Por algo será.
¿Será la ganadora? ¿Será Hermi La Voz del programa? ¿O
será Roko, la jovencísima andaluza tan magnífica haciendo cabaret?
En la imagen superior, la veinteañera Laia, de Girona, Catalunya.
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