Muchos cubanos no toleramos las bufonadas del actor español militante de
Izquierda Unida. Reacción espontánea: hierve la
sangre.
Que se vaya a vivir a La
Habana porque está cansado de España –según sus palabras- intentando cambiar de
aire, es la mayor coherencia que exista: Toda Cuba tiene un aire distinto, el
de la decadencia.
Ojalá que algún día La
Habana goce de la decadencia como Lisboa -tan parecida ciudad-, pero todos sabemos
lo difícil que sería mientras la dictadura mantenga su bota, caprichosa y
hostil, encima.
Ojalá Willy Toledo vea en
La Habana lo duro que es hacer una revolución de claveles –como hace la
disidencia pacífica de la isla- con la policía política dando porrazos solo por
el hecho de disentir, algo tan natural en su país.
Me pregunto adónde irá a
parar con su pésimo histrionismo, que no solo se ve en la pantalla, sino
también en su proyecto de abogado del Diablo. ¿Quién lo va a contratar en
Latinoamérica? ¿Productores chavistas?
¿Con cuántas libertades –léase
garantías- que no tienen los de allí gozará en Cuba?
Ojalá nos alcance el
tiempo para presenciar la caída del trampolín de este trasnochado comunista,
que ni siquiera ha tomado en cuenta la debacle del sistema, que se burla de las
víctimas del estalinismo y de nosotros, víctimas del castrismo.
El juego sucio de uno de
los peores actores de la televisión española –fatal en su personaje de profesor
de autoescuela- y de quien lo animó a mudarse a La Habana será en breve un
callejón sin salida.
Vivir para ver.
2 comentarios:
Tu tambien te fuiste echando de españa, y por algo fue...
quizas el que se encuentre muy pronto en un callejon sin salida, seas tu , en miami...vivir por ver
Como siempre, el cobarde, el anónimo. Aquí escribo con mi identidad por delante, es lo único que te digo. Lo demás es rendir cuentas a la asamblea y de eso ya pasé hace rato.
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