El Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, no tiene previsto viajar a Cuba
Hay muchos problemas importantes girando alrededor de España, y son de naturaleza variada. La posición a ocupar en la Comunidad Económica Europea (CEE) es la piedra angular que determinará el futuro peninsular –incluyendo a los dos archipiélagos, por supuesto. La falta de autonomía española hoy preocupa a mucha gente, un resultado de la decisión, establecida en 2001, de pertenecer a la Zona Euro.
El panorama es de crispación total. Lo muestran las imágenes de choque entre estudiantes y la policía en todas las ciudades de esta geografía; lo muestran también los famosos programas de debate nacional e internacional conocidos aquí como Tertulias. Y cada vez emigran más profesionales, como en los viejos tiempos, pero ahora con personal cualificado en los roles protagónicos.
Las prioridades están en solventar los créditos de la CEE y en resolver la tirantez con Irán, importante suministrador de petróleo. Lo ha dicho José Manuel García-Margallo, el nuevo Ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, esta mañana en el programa Los Desayunos de TVE, en la televisión pública. Y también en recuperar Gibraltar, ese pedazo rocoso ubicado en el litoral andaluz que gestionan los ingleses desde hace muchos años.
Parece que se quiere ir a pique eso que han dado en llamar La Marca España, y es lo que no se pueden permitir, recalcó el inteligente canciller, enfrentado con pasión patriótica a una de las entrevistadoras más sagaces de la prensa nacional, la joven y polémica Ana Pastor. García-Margallo es un gran orador, según se pudo apreciar, y a la vez un viejo conocedor de política mundial. Aprovechará sus contactos, dijo, para lograr el sostenimiento de La Marca España, utilizando ese sentido del humor cáustico que vimos hace pocos días cuando, en Bruselas, acotó en una conversación privada, pero con micrófono abierto, que el peñón de Gibraltar es español.
La periodista, a punto de terminar, tocó el rumor de un posible viaje a Cuba del Ministro. “No lo tengo previsto”, señaló enfáticamente y enseguida saltaron a otra pregunta. El tiempo apremia. España está en crisis. Cuba puede esperar, parece que nos dejaron entender.
De esto, los cubanos que vivimos en España tomamos nota hace mucho tiempo. Peor nos ha ido con los sucesivos gobiernos socialistas que daban señales y nunca ejecutaron medidas drásticas para sancionar a la dictadura. Por lo menos –como me ha dicho siempre un amigo votante del PP- la derecha, aunque a veces te fastidia, no marea tanto la perdiz.
García-Margallo no ha sembrado expectativas con nosotros. De manera que seguiremos más atentos al desenlace de Venezuela.
Foto del autor: Jamones del país cuelgan en un supermercado.
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