miércoles, 6 de octubre de 2010

Alicia Alonso bailó para Batista



Papeles amarillos dan cuenta de un acto olvidado. Mañana jueves, TVE estrena un documental sobre la vida de la artista cubana

La Prima Ballerina Assoluta del Ballet Nacional de Cuba está próxima a cumplir 90 años. No todo el mundo llega a esa edad y mucho menos con fama universal. “Se lo ha currado”, dirían en España refiriéndose a la trayectoria y talento de esta singular mujer que a fin de cuentas nadie sabe quién es.
Su aura es muy misteriosa. Apenas habla en los actos públicos, si es que asiste a ellos. Tiene una vida tan larga que a la mayoría de los cubanos se nos confunde con la muerte, ya que nos parece mentira que todavía esté dando quehacer con su atuendo de siempre, sus gafas oscuras y su nariz empinada; sobre todo después de bailar en un escenario hasta los 75 años, guiada por voces de su partenaire que nunca escuchábamos en platea pero que sabíamos imprescindibles.
Sin embargo, Alicia Alonso es una leyenda viva. Por su compañía, una de las más prestigiosas del mundo, han pasado bailarines talentosísimos que ella misma no ha dejado brillar hasta cierto punto, porque ha gobernado con mano férrea según dice la voix populi. Nadie la podía opacar y nadie podía discutir sus órdenes. Es una dama de hierro del Caribe que ha sido tan excelsa maestra como eficaz para el régimen de Fidel Castro. Su figura es un tema complicado –una de cal y otra de arena- del que algún día se hablará diáfanamente cuando termine la dictadura, porque no es menos cierto que el Ballet Nacional de Cuba es una de las instituciones más sólidas del panorama cultural de la isla, aun cuando no pocos de sus talentos emergentes pongan pies en polvorosa en las giras internacionales. Y luego triunfan en importantes compañías, como se ha podido comprobar.
La vida y obra de Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo –su nombre original- podrá verse mañana jueves en un documental que Televisión Española emite en la 2, a las diez de la noche. El filme forma parte de la serie Imprescindibles y entronca con el nuevo perfil cultural que quieren darle a esta cadena. El homenaje, pues, está servido en este país que nunca ha dudado en reconocer la figura de Alicia, otorgándole incluso una cátedra que lleva el nombre de la bailarina en la Universidad Complutense de Madrid.
Una vida tan larga se presta para el revisionismo. Entre los papeles que traje de Cuba hay uno que es un documento histórico. Se trata del programa de mano original de El lago de los cisnes, función única, “de Gala”, según el pliego, ofrecida por el Ballet Alicia Alonso en la Toma de Posesión del Presidente Mayor General Fulgencio Batista, en el Teatro Auditorium*, el 25 de febrero de 1955. O sea, un día después de que Batista entrara legalmente en el poder en su segundo mandato.
No sé si Alicia recuerda o reconoce que hubo esa función. De hecho sería de lo más normal que una compañía insigne cubana actué para el presidente de la República. El programa de mano incluye en la portada un sello seco a relieve con el escudo nacional y, además de relacionar el elenco completo, detalla cada uno de los cuatro actos del mítico ballet. El ejemplar que conservo me lo regaló un viejo amigo conocedor del mundo del espectáculo y me pidió encarecidamente que no mencionara su nombre.
Para los interesados en detalles, reproduzco los principales créditos del programa:

Ballet Alicia Alonso
Director Artístico: Fernando Alonso Rayneri

Elenco: Alicia Alonso

Royes Fernández

Carlota Pereyra, Víctor Álvarez

Artista Invitada: Dulce Wohner

Director Musical: González Mantici

Director de Escena: Miguel S. del Castillo


Un año y siete meses después de esta función, Alicia Alonso baila para los estudiantes de la Universidad de La Habana en un acto de desagravio que la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) le ofreciera. El Instituto Nacional de Cultura de la época, dirigido por Guillermo de Zéndegui, había suprimido el estipendio del gobierno a la Academia de Ballet que Alicia dirigía, porque, según argumentaron los funcionarios, se trataba de una compañía enfocada solamente a la élite social.
De esta manera, la gran coreógrafa y bailarina se quedaba sin el apadrinamiento de Batista, pero muy pronto, en 1959, conseguiría otro tutor. Otro dictador.
Hasta el día de hoy le ha sido fiel a Fidel Castro.

*Auditorium: Se trata del octogenario teatro llamado hoy Amadeo Roldán.

1 comentario:

JosEvelio dijo...

Sr. Jorge I. Pérez: Con mucho gusto he disfrutado el post y del documento-programa...muy valioso para los de mala memoria.Saludos y muchas gracias.