jueves, 17 de marzo de 2011
Miedo atómico
Puntualísima coartada para Gadafi
Crece el miedo y lo peor es que no hay a quien creerle, si al gobierno nipón o a lo que dice la prensa internacional. Da más pánico todavía el marasmo informativo que obliga a multiplicar los panes y los peces de las redacciones de todo el mundo. Hacen zafra; es el momento de los editores y reporteros que luchan por su momento de gloria ubicados cerca del desastre.
¿Y las miles de víctimas mortales del meteoro?
Continúan saliendo por debajo de los titulares de prensa, como un dato complementario.
El alarmismo hace dibujar un hongo inmenso en el cielo, mientras duerme tranquilo el subconsciente del mundo, allende los mares. Los familiares de españoles radicados en Japón suplican que éstos se marchen del archipiélago, con lloros telefónicos nada preocupados por los números de las facturas.
Sálvese quien pueda.
¿Y Gadafi qué?
Aprovechando la coyuntura. Aprovechando la cobertura está.
Si hace unos pocos días nos preocupaba el futuro de Libia, hoy Japón nos interesa más.
¿Por qué arriesgamos tan poco y dejamos que la prensa dirija nuestro día a día, sabiendo, incluso, que los que la fabrican están tan pendientes de sus nóminas como nosotros mismos?
Son demasiadas preguntas diluidas entre apocalípticos titulares. Parece que el mundo se va a acabar.
Me ha venido a la mente un pensamiento balsámico, que me hace ponerme en el lugar de otra persona:
Tengo una hermana llamada Hiroshima, cubana de nacimiento y radicada en Miami. Como se puede pensar, el cuadro es un pastiche perfecto. La nombraron así oportunamente (¿oportunistamente?) como recuerdo a las víctimas del bombardeo nuclear de 1945 sobre el pueblo homónimo de Japón. Ella ha conseguido, sin quererlo, que la llamen cariñosamente Hiro, pero siempre hay un jodedor que, con copas o sin copas, le lanza la siguiente pregunta:
-¿…y Nagasaki?¿Dónde está?
Nota: Esta historia es verídica.
Foto tomada de La Vanguardia.
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3 comentarios:
Muy Bien, es Informativo, con un Análisis y su pisca de Humor...
Saludos, Edu.
Yo me siento profundamente desinformada, en un estado de consternación e incertidumbre. Mientras más veo, escucho o leo las notcias, siento que menos sé donde poner el pie. En la luna, me gustaría, porque la que tiene ganas de salir corriendo del planeta soy yo. Pesadillas y angustia.
Pero Dios mío, a quién se le ocurre ponerle ese nombre a una muchacha? Sin embargo, es tradición... recuerdas las Lídices cubanas? Por poner un ejemplo.
Se le ocurrió a la segunda mujer de mi padre, en los tiempos del fervor antibelicista provocado por la guerra de VietNam. Lo más curioso del caso es que luego la madre de Hiroshima se exilió en Miami. y allí vive. Cosas curiosas de la historia de la humanidad, querida Silvita. yo también estoy preocupado por cómo va el mundo y los despachos informativos.un abrazo a pocas horas de una ofensiva multinacional contra Gadafi.
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