miércoles, 9 de mayo de 2012

IKEA en apuros


El periódico germano Frankfuter Allgemeine Zeitung ha destapado un hecho bastante escandaloso: En los años 80, unas partidas de muebles escolares y de oficina de la marca IKEA fueron encargadas a factorías cubanas, cuya mano de obra eran presos.
Dicho así de golpe, la noticia aturde.
Es difícil relacionar Cuba con IKEA, a no ser por los muchos exiliados cubanos que vivimos y morimos en esos grandes almacenes, comprando con el catálogo en la mano y ensamblando luego nosotros mismos. Y recordando, en mi caso, a mi padre, que adoraba el bricolaje y nunca tuvo la suerte de pisar este gran territorio, donde todos los sueños se hacen posibles sin tener que ser rico el comprador.
De manera que esta noticia que ahora recorre el mundo es como mínimo surrealista.
Tal vez ni los propios directivos recuerden cómo se fraguó el percance, pues ha pasado mucho tiempo y las partidas encargadas a Cuba, según dicen las notas de prensa, fueron devueltas o no aceptadas por el control de calidad. El vínculo con la isla surgió a partir de una empresa de la antigua Alemania oriental –la mal llamada República Democrática-, que pasó el encargo a unos militares cubanos. Y éstos al parecer fueron directamente a las prisiones, donde, por cierto, hay muchos cautivos políticos.
En fin, que ocurrió lo que se conoce como subcontrata en el mundo del mercado laboral, pero la Organización Internacional del Trabajo (OIT) prohíbe por convenio universal que se utilice mano de obra de los penales.
A pesar de los años transcurridos, la empresa sueca tendrá que responder por esto, y de hecho ya está en marcha una investigación.
Algunos congresistas norteamericanos de origen cubano han leído la noticia aparecida en  Frankfuter Allgemeine Zeitung y han puesto manos a la obra enviando una carta de reclamación a la portavoz de la multinacional sueca en los Estados Unidos, Mona Astra Liss, quien prometió organizar un encuentro bilateral.
El gigante vendedor de artículos para el hogar tiene instalada una de sus naves comerciales en Miami, al sur de la Florida, donde viven cientos de miles de cubanos, en su gran mayoría expatriados por el régimen de la isla.
Estaría por ver entonces si el destape del periódico alemán produce una reacción en cadena en contra de IKEA, o si todo queda en una anécdota del pasado.

Más datos sobre la investigación aquí.


Imagen superior: El autor del blog en IKEA, en Barcelona.

No hay comentarios: