jueves, 8 de abril de 2010

Hábitos nocturnos



Es la primera vez que visita Barcelona. Es su primer viaje a España. Llegó anoche procedente de Nueva York con una misión precisa: proyectar el rostro de Orlando Zapata Tamayo sobre la fachada del consulado cubano en la ciudad condal. En pleno Passèig de Gracia, la más céntrica avenida de la capital catalana. Su nombre es Geandy Pavón. Artista plástico que se propone una muestra itinerante de esta obra denominada Némesis, un art protest silencioso que duró una hora expuesto en los balcones de la legación diplomática.
Oriundo de Las Tunas, en el oriente cubano, de donde mismo era el albañil torturado por la dictadura castrista, Pavón, como un Cristo aglutinador, se instaló a pie de calle con un proyector, una laptop y un generador portátil de corriente. Enfiló el haz de luz hacia las paredes centenarias de una Barcelona aristocrática y modernista, arquitectónicamente perfecta y, para suerte de los que allí estábamos, una Barcelona democrática y plural.
Por la mañana a primera hora, los funcionarios cubanos encontrarán ramilletes de flores blancas amarrados a los barrotes de las puertas de entrada. En el umbral los dejamos. La imagen de Orlando Zapata Tamayo a partir de hoy no los mantendrá tranquilos nunca jamás.
La performance nocturna ha contado con el apoyo de la plataforma en el exilio ¡Cuba, Cambio Ya!
Este es el segundo puerto que toca la imagen de Zapata, luego de que Geandy Pavón la proyectara sobre los muros de la misión cubana de las Naciones Unidas en Manhattan, el pasado 18 de marzo.


Fotos de autor.

1 comentario:

Rodrigo Kuang dijo...

Mi hermanito, ha sido una bella crónica, esperanzadora por demás. Sólo discrepo contigo en eso de los funcionarios del consulado no estarán tranquilos. No olvides que para ellos, como apéndices del gobierno cubano que son, todo esto no es más que una "campaña mediática, una difamación orquestada por el imperialismo". Para ellos, ese artista no es otra cosa sino un "mercenario asalariado, vendido a espurios intereses contrarrevolucionarios". Yo creo que, una vez digeridas estas falacias tan socorridas por el sistema, duermen como bebés.