martes, 20 de abril de 2010

Pasarás por mi vida sin saber que has pasado



Debe ser que, como mismo sucede cuando se libera el corcho de una botella, los aviones salieron disparados a conquistar el espacio. Hoy he visto siete en un mismo instante, surcando la atmósfera y dejando ese curioso rastro tan caprichoso que, a veces, forma un dibujo. Parecían desesperados viajando en todas direcciones. Los aeropuertos españoles abrieron su curso, pero los de Dinamarca y el Reino Unido no.
Es por ello que se está pensando en tomar a la península ibérica como enlace o puerta de acceso hacia otros destinos europeos. Esto, según piensa un amigo mío, reportaría grandes beneficios aquí.
Hoy se han visto en la televisión al menos dos situaciones curiosas, por no decir surrealistas. Una es la del inmenso buque de la armada británica que llegó a Santander para recoger a soldados procedentes de Afganistán, dejados aquí por los aviones y transferidos por mar hacia Inglaterra. Los equipos de “rescate” castrenses no fueron egoístas y decidieron transportar también a compatriotas suyos, varios turistas y hombres de negocios. Fue así como se unieron en cubierta civiles y militares, rumbo al norte y compartiendo víveres, de camino a casa.
Con esto quiero decir que los ingleses no dejan tirados a los suyos, que los salen a buscar como mismo en la antigüedad solían hacerse los salvamentos.
El otro caso insólito, del que todavía no hay imágenes sino más bien especulación, es el paso de Madonna por una gasolinera de Burgos. Se cuenta que la diva andaba atrapada por Europa y utilizó España como vía de escape. Se dirigía hacia algún aeropuerto a bordo de un auto BMW y paró a repostar. Una vez llenado el tanque, entró en la tienda de la gasolinera –cuenta la encargada del garaje-; allí compró espárragos, palomitas de maíz y lacasitos.
Ante la mirada estupefacta de los operarios de servicio, subió al potente vehículo, dijo adiós alzando una mano y partió a toda marcha.
Aunque contenida, según narró una redactora de CNN en España, se la veía nerviosa tal vez porque hacía tarde para tomar el avión en algún lugar.
“Por aquí han pasado famosos cantantes españoles, estrellas conocidas del pop y el rock nacional, ¡pero Madonna…!”, expresó la joven encargada de la gasolinera de Burgos, encogida de hombros, como si hubiera tenido una aparición delante de sus narices.
Por supuesto, de no ser confirmado por la propia cantante norteamericana, esta escena quedará en el anecdotario popular, en los inmensos volúmenes de cuentos de camino, y nunca mejor dicho.
¿Pero quién quita que Madonna, desesperada por llegar a su destino, haya transitado por una autovía ibérica? Cuando se dice que no se puede volar, no se puede volar.
Con los aviones, excepto los de papel, no se juega.

Nota: Aunque salió el sol esta tarde en Barcelona, desde Montjuic, por donde anduve de casualidad, se veía una neblina intensa. ¿Sería la ceniza volcánica islandesa? También vi un buque enorme amarrado en el muelle de cruceros. Es posible que haya venido a recoger a alguien en particular. ¿A Madonna, tal vez? ¿Pero adónde va ella?

Foto del autor.
Un ángulo del puerto de Barcelona al atardecer, a los pies de Montjuic.

2 comentarios:

Silvita dijo...

Me gustó leer este post a la hora del café del amanecer. El título me dio mucha risa, porque me hizo recordar a una vecina que recitaba con mucho sentimiento: pasaras por mi vida sin saber que pasastesssss, así, con muchas esessss y una chusmería deliciosa.
Dale un beso y un quiero a María, y tú, muchacho, en qué andas además del blog?
Ah, otro beso pa ti, que nadie se ponga celosito!

Jorge Ignacio dijo...

En efecto, Silvita, ya lo dijo josé Angel Buesa: Pasarás por mi vida sin saberlo....jajajaja. Tremenda cursilería, pero no deja de ser un clásico. Beso recibido a primera hora de la mañana. No te olvidamos. Te escribo pronto.