martes, 12 de julio de 2011

Sentimientos homologables. Otros no



Crónicas desde Can Ruti (VI)

En una habitación cercana hay otra muchacha con embarazo gemelar. Es el otro gemelar que existe en la Planta Cuarta. A partir de una gestación múltiple, y para simplificar las cosas cotidianas de este mundo en el hospital, ellas, a veces, dejan de llamarse por su nombre para ser identificadas como la del gemelar, o la de los trillizos, en tal caso.
Son pacientes especiales.
Esta mañana, coincidimos en la planta de Urgencias. Ana, la de “las correas”, no vino a trabajar y decidieron bajarnos a la sesión de control o monitoreo gestante-fetal. Estábamos en cubículos contiguos. Cuando terminaron con la muchacha, cuyo nombre todavía ignoro, la pasaron por delante de nosotros y nos hizo un guiño de identidad. María, tumbada totalmente y con los sensores puestos, no pudo verla bien, pero yo sí. La muchacha nos saludó con una mano. En su mirada encontré la prisa y la incertidumbre. Supongo que será Ana quien le haya dicho que nosotros estamos igual, esperando. Por la propia Ana supimos que la muchacha alcanzó las 35 semanas, un tiempo ideal para dar a luz unos mellizos. Está a punto. Nosotros no.
El monitoreo de María, sin embargo, dio como resultado un par de contracciones, dinámica de parto en su vientre que parece no soportar mucho más. El doctor de guardia –tenemos cinco o seis galenos (as) que van y vienen en días diferentes- le dijo a María que tratara de aguantar, al menos, una semana más. María ya está en la 30. La 31 sería mucho más segura.
Pero los datos del crecimiento de Lucía y Marc, los datos más claros sobre su peso y tamaño, los sabremos este jueves cuando realicen otra ecografía morfológica, profunda. Suponemos que en estos últimos 15 días –el tiempo que llevamos en Can Ruti- nuestros niños hayan engordado un poquito.
Dos lagrimones se escapan de los ojos de María. No es que se escapen, en realidad ella no contiene las lágrimas mientras escribo estas líneas. Está girada hacia la pared y me da la espalda, pero la intuyo; dejo el texto y voy a ver cómo es su mirada. Sé que lucha contra el tiempo, contra la espera, contra ese agotamiento psicológico que intenta anularla. Le seco las lágrimas con mis labios sin pronunciar palabra. Lo esencial lo tenemos hablado. Entonces me pide que, cuando se pueda, vaya a la habitación de la otra muchacha y recabe información. María quiere que le pregunte cómo está. Yo quiero saber su nombre.
La estrategia de la Planta consiste en que no intercambiemos experiencias, posiblemente para no contaminarnos. Pero el sentimiento es otra cosa. Además, el azar -¿o sería Ana?- quiso que nos cruzáramos esta mañana. Me quedé pensando en esa mirada familiar, como quien dice que, total, saldremos por la misma puerta. Es muy probable que me acerque a verla. Que viole las reglas no explícitas de la Planta. No he firmado papel alguno.
Mirando el calendario, haciendo cálculos tentativos, es posible que Marc y Lucía vean la luz el 26 de julio. Esto me vino a la mente de pronto. Se lo comenté a María y me dijo que daba igual.
Para mí sería un arrastre esa fecha, viniendo de Cuba. No acepto homologar aquel almanaque nacionalista de la isla en la que he nacido y vivido hasta hace unos años. Mi vida ahora es punto y aparte, quiero que así sea. Al menos lo intento lidiando con esa madeja de simbolismos y realidades.

(Continuará…)

Foto del autor
Este es el monitor materno/fetal; es clave tanto en la paz como en la guerra. La lectura central indica el nivel de las contracciones, mientras que los números laterales representan el corazón de cada uno de nuestros hijos.


Menú seleccionado por María
(la comanda viene en catalán)

GI 19A (CR) GINE
BÀSICA RICA EN FIBRA
Arros tres delicies
Tonyina amb samfaina
Panet integral envasat
Fruita
12/07/2011 Comida

3 comentarios:

entierrafirme dijo...

Jorge: te cuento que a mi un día se me rompió la bolsa. Intentaron madurar pulmones, pero ya no dio tiempo y en menos de 10 horas ya estaban los chiquitos acá. Eso me deja siempre con la idea de que algo más pude hacer; quizá reposo o algo así.
Pero con los hijos, aunque uno siempre carga culpas, hay mucho tiempo para resarcir errores. Al ser prematuros, estuvimos mucho tiempo haciéndoles estimulación temprana y te cuento que hasta se nos pasó la mano porque antes del año ya andaban caminando.
Todo va a salir bien. Son muy especiales estos chicos y la mayoría llega antes siempre. Que María no se ponga triste. Un abrazo a la distancia.

Jorge Ignacio dijo...

Charlene: lo primero que hicieron los médicos en nuestro caso fue madurar los pulmones, desde que llegamos a Urgencias, hace quince días. Una inyección por si acaso. Hoy pasamos un gran susto, pero eso te lo cuento en la crónica de mañana. estoy convencido de que nuestros nenes serán prematuros y de que llegarán pronto, antes de la semana 32. Lo único que estamos ansiosos por la ecografía de este jueves, para saber el peso actual de ellos. Es muy probable que nos adelanten la ecografía. Esta tarde iré a ver a la otra chica con gemelar. un abrazo también la distancia y mil gracias por tus palabras. Abrazos a tus hijos también.

Martín dijo...

Muchos animos jorge! dale un abrazo de parte nuestro a maría! yuno pa tí tambien! a ver si me paso una mañana de estas por can ruti!
saludos.