miércoles, 17 de agosto de 2011

Cuenta atrás: Los galenos invitan a parir


Crónicas desde Can Ruti (XXI)

Me tocó preparar el bolso para los bebés. María hizo una lista –la dictó- para que no faltara nada cuando diera a luz. No es que no confíe en mí. Es instinto de mujer.
Ella misma me había advertido que, cuando estuviera cerca el momento, habría que amarrarla si fuese necesario. A las madres a punto de parir les da el impulso de la limpieza y la organización. Aplican su logística, en otras palabras.
A los padres nos da por preparar el nido de otra manera. De hecho, la semana pasada me escapé un día del hospital y me puse a cambiar los rodapiés del dormitorio.
Nuestra realidad ha resultado bien distinta a la de la gran mayoría de las parejas que esperan un bebé. En primer lugar, esperamos dos niños en vez de uno. Como hemos ido narrando en estas crónicas, los dos últimos meses de embarazo los pasamos ingresados para frenar un parto prematuro. De manera que el nido quedó hecho a medias. Y entre las cosas que no habíamos equipado estaba la bolsa que debe llevar calcetines, gorritos, manoplas, cremas epidérmicas, aceites corporales, bodys, toallitas húmedas.
Lo metí todo, pues, con muchos nervios, apelmazando el material. Esa acción era el máximo acercamiento a la hora cero. ¡Mira que esperé este momento y ahora me pongo a temblar por dentro!
Debo suprimir al menos un par de cafés de los que tomo al día.
Pero subí orondo al coche, como un padre cualquiera.
Si todo sale como está previsto, mañana jueves día 18, a esta hora, estaré observando a Lucía y a Marc, rozando suavemente mis yemas con en sus pieles, contando, una y otra vez, cuarenta deditos.
A primera hora retirarán el suero a María y la pondrán a parir, literalmente hablando.
Hoy el doctor Adrià le realizó un tacto vaginal y dijo que el cuello del útero estaba algo borrado, aunque no había buena dilatación. Suponemos que provocarán el parto suministrando oxitocina. Hay que contar con que el proceso, doloroso, pudiera resultar muy largo. Los bebés hace días están colocados cabeza abajo, de manera que los médicos prefieren probar con un alumbramiento vaginal antes que recurrir a la cesárea.
María ha llegado a las 36 semanas cumplidas (entramos aquí con 28), pero su vientre está demasiado tenso para continuar el tratamiento con Tractocile, que frena las contracciones. La correcta maduración de las criaturas, según cálculos de ecografías, a estas alturas, permite finalizar la gestación de nuestros mellizos que, por obra y gracia de la Naturaleza, según suponemos, fueron engendrados en coitos diferentes. El azar también quiso que los niños fueran de ambos sexos.
El equipo de ginecología de este hospital se alegra por nosotros, se les nota mucho. Su trabajo de contención de embarazos continúa: En los últimos días han entrado en Planta otros dos gemelares.
Para nosotros, esta etapa de incubación en régimen de ingreso parece llegar al final. Para otros padres, sin embargo, comienza.

Foto del autor
María, en casa, con 24 semanas. A la semana 28 ingresó en Can Ruti con amenaza de parto prematuro.

10 comentarios:

Bárbara dijo...

me llenan los ojos de agua cada vez que leo las cronicas! Me acuerdo del parto y el momento del nacimiento de Olivia... Es algo demasiado emocionante, ya verás! Estaré con vosotros en pensamento mañana! Todo saldrá bién! Un fuerto abrazo a ti y a Maria!

Jorge Ignacio dijo...

Gracias, Bárbara, nos encontraremos todos luego. Un abrazo a ti.

Anónimo dijo...

Vamos animo!!Estamos todos con los dedos cruzados y transmitiendo energia positiva para el feliz"aterrizage" de Marc y Lucia a este convulso pero esperanzador mundo.Seguro extrañaran la calidez y humedaD del vientre materno..no no?Lo que seguro sabran en un futuro es que sus ultimos dos meses de este ,su primer viaje a la vida extrauterina,han sido seguidos "on line" por muchos que ,aun sin conocerles, ya les damos la bienvenida!SUERTE!!!.UN SALDO:ROBERTO.

María dijo...

Temporalmente fuera de Cuba (y por tanto, con acceso a internet) me he enganchado a este blog, al cual llegué por azar. Creo que el enganche se debe a que -aparte de lo bien que escribes- como ves, soy tocaya de tu mujer y además nací prematura hace ya más de 40 años. Así que la historia me toca muy de cerca! Mis mejores deseos para ustedes y los niños en el día de mañana y todos los que vengan después!

Anónimo dijo...

Hola..leo tu blog desde hace mucho, antes incluso de las crónicas de Can Ruti...pero este casi diario me ha conmovido de manera especial. Todo saldrá bien... no sé qué hora será en San Juan, en este lado del mundo, cuando al fin Marc y Lucia estén fuera (y ustedes estén entre la felicidad y la incertidumbre) pero estaré acompañándolos.

Mari-Carmen Marcos dijo...

Marc y Lucía no imaginan cuántas personas les estamos esperando aquí afuera, en el mismo mundo pero tan distinto. Estamos inquietos, cada día más. Queremos verles, acariciarles, olerles y sentirlos pegaditos, corazón con corazón. Son dos niños fruto de mucho cariño y mucho amor. Tienen mucha suerte.

Rosa Ileana Boudet dijo...

Una gran emoción, todo lo mejor para ustedes y los bebitos, ha sido una alegría poder saber los pormenores contados de una manera tan poética... Suerte, gracias por habernos dejado entrar y vivirlo a distancia.

jorge ignacio dijo...

Gracias a todos. Esperamos dar la noticia hoy si todo va bien. Abrazos de un primerizo.

Jorge Ignacio dijo...

saludos a María con internet y otro va para San Juan, supuestamente en Puerto Rico. Espero que podamos conocernos alguna vez. María: ¿eres de 1965?

Silvita dijo...

Ay, se me aprieta el corazoncito de emoción...