martes, 17 de mayo de 2011

Huérfanos a la desbandada


Premio de Poesía de la ONCE

Mi amigo y colega Joaquín Borges Triana acaba de recibir el Premio Tiflos de Poesía en su edición XXIV, que se entregó ayer, junto con otros apartados literarios, en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Pero a él le otorgaron un premio especial para autores con discapacidad, según rezan las bases del concurso organizado por la poderosa ONCE española.
Joaquín, Joaco, Joaquinito o Quim, si viviera en Catalunya, es más conocido en Cuba como columnista de música rock (es el autor de la larguísima saga Los que soñamos por la oreja, del periódico Juventud Rebelde), de ahí que su faceta poética, la que precisamente lo trae de vuelta a España, sea quizá una sorpresa para mucha gente. Huérfanos a la desbandada, el poemario premiado en Tiflos en la edición correspondiente a 2010, le ha valido una distinción en metálico de 6 mil euros, un millón de pesetas si lo viramos a la antigua denominación del dinero en este país, porque todavía no pocos aquí piensan en “pelas” a la hora de preguntar por el precio de la vivienda o de los automóviles.
Hace ahora un año vino a la península a la feria de literatura de Sevilla, y de ahí realizó un periplo por diferentes capitales de comunidades autónomas españolas, un viaje en tren que lo dejó fascinado. Al tocar Barcelona, lo llevé ante la Sagrada Familia. Aunque Joaquín no pueda ver, estoy seguro de que recordará ese momento en el que intenté describirle la locura de Gaudí, porque hay que estar loco para plantearse una obra tan compleja que, no por casualidad, aún continúa en construcción.
Obvié las grúas, para ir al grano. Me centré en las paredes del templo que, le dije, parecen velas derretidas.
La imagen le gustó.
En Cuba hay muchos poetas de corazón. Muchos que no escriben ni un verso y sin embargo están acostumbrados a mirar la vida metafóricamente, con profundo sentimiento sobre todo. Es difícil de lidiar allá con el pragmatismo. Por suerte. O por desgracia.
Este domingo Joaquín me llamó por teléfono desde un hotel. Acababa de llegar de La Habana y todavía estaba estudiando con los dedos los botones de la habitación. Me contó que venía con retraso porque el avión de Iberia no se despegaba de la pasarela, se había quedado enganchado en la terminal de embarque. Cosas que pasan en Cuba, me dijo con poesía, sin sulfatarse mucho.
En ese momento llamó por teléfono su amiga Danays Bautista, la invidente que cayó a las vías del metro de Madrid y perdió un brazo hace un año justamente. Oí la conversación a tres bandas. Danays está bien, sigue dedicada a la música. Por supuesto, ya no toca la guitarra, me dijo Joaquín. Yo me quedé mudo. No supe qué decirle. Él es capaz de superarlo todo y por eso el asunto del avión es pura anécdota, poesía. Aquí le esperaba un millón de pelas y casi la misma cantidad de amigos, mirándolo todo con hipérbole poética cubana.
-¿Qué hago con ese dinero?-preuntó Quim.
-Fúndetelo en una noche- dije en broma pero con unas ganas inmensas de tomarme un Havana 3 con él.
Felicidades, poeta.

Foto del autor tomada en el metro de Barcelona
Mire aquí nota de prensa relacionada con los Premios Tiflos de la ONCE

No hay comentarios: