domingo, 22 de mayo de 2011

Las dos España


El resultado de las elecciones municipales y autonómicas gira el país a la derecha

Lo aventuré en una de las crónicas anteriores: El Partido Popular (PP) debía dominar ampliamente la mayoría de votos, no tanto por afiliación como por el descontento social que hay hacia el PSOE en sus casi ocho años de mandato. Así ha sido.
Capitales provinciales como Sevilla y Barcelona, donde tradicionalmente mandaban los socialistas, han dado un vuelco hacia la derecha. En Barcelona se ha colocado en la alcaldía Convergència i Unió (CiU), de centro derecha, luego de 32 años, en toda la historia de la democracia, gobernando aquí el PSOE; así que la Generalitat, de CiU, ahora lo tiene todo.
En Madrid vuelve a ratificarse el Partido Popular, tanto en la alcaldía de la ciudad como en la presidencia de la Comunidad Autónoma. Y en Valencia y Murcia se mantienen también los de la bandera azul.
Después de ver estos resultados, cuyos escrutinios han sido seguidos por los principales canales de televisión españoles, tanto públicos como privados, cabe preguntarse si la sociedad está cada vez más polarizada. Las decenas de miles de ciudadanos pacíficos que se manifiestan en las principales plazas no fueron los responsables de este giro político, ya que precisamente ellos dicen no estar representados por ningún partido ni por los sindicatos. Esto hace suponer que los indignados, como se les ha dado en llamar en estos días, de haber ido a las urnas, habrían dirigido su voto a partidos pequeños.
Entonces el resto de España, el que no estaba en las manifestaciones, votó al PP; o sea, a la derecha, que, aunque no se quiera a veces reconocer, significa de alguna manera un vestigio del franquismo.
Parecía que iba a haber más alto índice de abstenciones, pero, según los periódicos, la desmotivación solo alcanzó un 30 por ciento.
España ahora mismo huele a ajuste de cuentas. No creo que tantas personas voten a la derecha así porque sí. Si bien el PSOE ha realizado interesantes, y hasta atrevidas, políticas sociales, en su haber está el mal manejo de los fondos públicos y un montón de promesas incumplidas, así como la manipulación de la opinión pública con ardides electoralistas que la gente no les perdonó.
Por solo citar un ejemplo cercano, la anterior dirección socialista de la Generalitat de Catalunya dejó deudas bárbaras, lo que obligó al gobierno regional entrante (CiU) a recortar presupuesto en algo tan sensible como la sanidad pública.
El nivel de vida y las comodidades materiales ganadas en España en tiempos de democracia es algo sagrado. Mucha gente se acostumbró a la solvencia y al endeudamiento, a la par, y ahora no está dispuesta a que los bancos le cierren la puerta en la cara. He oído, constantemente, en los diez años que llevo viviendo aquí, que, así como el PSOE se fija más en temas humanistas, el PP es el mejor administrador del dinero que ha tenido este país.
Sin hablar de los casos de corrupción que han bañado a ambos partidos a lo largo de la democracia.
Este cambio de rumbo generalizado de hoy supone un despido, una renuncia del presidente español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Pero se ve que sus asesores le aconsejaron que dijera algo, al filo de la media noche, y éste apuntó que no dejaba el cargo hasta el final de su mandato.
Por su parte, el movimiento de indignados que acampa en Puerta del Sol comunicó que, al menos, estaría allí una semana más.

Foto del autor
“No nos representan ni partidos ni sindicatos”, en un cartel de Plaza Catalunya, en Barcelona

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Jorge:tu afirmacion de que el P.P representa los vestigios del franquismo,no solo me parece inexata; sino que posiblemente hasta en cierto grado ofensiva.El ser de derechas o el no ser de izquierdas no tiene porque constituir una herencia del franquismo.Mientras en este pais se mantenga la idea de identificar todo lo que no de localize mas alla del "rosa al rojo granate" con la derecha mas rancia....entonces no habremos aprendido nada de la transcision.El ser de derechas no tiene que ser motivos de vergúenza ni objetivo de criticas e identificacion como "fachas".Recordemos que los extremos de izquierdas en España han matado a muchos democratas y el Partido Popular,con sus errores y con su ideologia(que nos podra gustar o no) has estado siempre en la primera fila de defensa de la democracia......nada que ver con el franquismo.No olvidemos que algunas comunidades autonomas han sido durante años verdaderos feudos gobernados por barones en nombre de la "rosa".Yo he votado por primera vez en mi vida en libertad y no creo haberlo hecho a favor de un partido fascista ni heredero de lo mas rancio de la la dictadura anterior.Un saludo:ROBERTO.

Jorge Ignacio dijo...

¿pero por qué hay que tener precaución para decir que Manuel Fraga, todavía en la política, fue ministro de Franco, o que el PP se apoya muchísimo en la Iglesia Católica para hacer política? A eso le llamo vestigios, rezagos o reminiscencia, llámalo como quieras, amigo Roberto. No he mencionado la palabra fascista. Jamás se me ocurriría. Un saldo y te felicito por haber votado en libertad absoluta.

Anónimo dijo...

Creo que es menos peligroso y ofensivo mantener una estatua de Franco que hacerle un homenaje a Carrillo y que conste que estoy contra todas las dictaduras.
Ramiro

Jorge Ignacio dijo...

Las dos cosas son peligrosas, Ramiro. No se trata de valorar cuál de las dos peor, sino de terminar de una vez el teatrillo montado entre la alternancia de los dos partidos, porque así no avanzará jamás esta sociedad, fingiendo para que no se tense la cuerda y esto no remita al pasado. En tal puesta en escena, está claro que se aprovechan los políticos, todos, y hasta toman cervezas juntos los rivales. Lo de Carrillo, por cierto, me parece patético, como lo de Fraga y sus permisibilidades en Galicia. Es como si fuera un guión de cine donde hay unos actores viejitos que representan el equilibrio. Soy cubano y no me gustaría ver a ninguno de los implicados en la dicatadura sentado en el parlamento, cuando pase el tiempo. Un saludo.